En el departamento responsable del grado musicología de la Universidad Alfonso X el Sabio hace ya un tiempo que nos hemos lanzado a un ambicioso y original proyecto de investigación aprobado por dicha universidad. Dicho proyecto, bajo el título general de «Relaciones entre música y naturaleza en el contexto cultural hispano» cubre un amplio espectro y en él estamos involucrados diversos profesores, especialistas según nuestro ámbito de investigación.
Dentro de ese gran marco de investigación (y por lo que a mi me toca) se desarrolla un área muy específica que es la presencia y uso del paisaje sonoro como música ambiental (o rasgos propios y característicos de este tipo de manifestación sonora dentro del conjunto de las música ambientales). Desde este punto de vista, interesa investigar cómo se utiliza en las prácticas de música ambiental, qué características tiene así como estudiar su fuerte carga semántica que lo convierte en un elemento musical de gran poder comunicativo, a pesar de que su uso y su difusión no son iguales a la del gran paradigma de la música ambiental en la actualidad: el hit.
Lo cierto es que el paisaje sonoro como manifestación artística ha sido tratado con cierta asiduidad a lo largo de estas últimas décadas, no así como elemento utilizado en la ambientación musical donde nos encontramos, en la actualidad, con un campo aún por desarrollar. Desde un primer momento en el desarrollo de esta investigación se ha identificado lo mucho que queda por hacer en este campo específico pero destacarían dos elementos verdaderamente importantes:
- trazar una taxonomía de las características en las que esta manifestación se canaliza a través de las emisiones de música ambiental,
- estudiar el campo semántico que se articula en la relación paisaje sonoro-oyente (potencial consumidor). Esto nos llevaría a sentar las bases de una futura teoría semiótica del paisaje sonoro como música ambiental.
LUIS DÍEZ ANTOLINOS 